Lo siento....lo creo.
¡Hoy es buen día para sonreír!
Hoy es un buen día para decir "sí" a las cosas que jamás creíste posibles.
Hoy es un excelente día para olvidar la razón y dar paso a la imaginación.
Hoy... simplemente se tú.
jueves, 17 de febrero de 2011
lunes, 14 de febrero de 2011
[?]
¿Qué haces cuando las cosas ya se ven del todo perdidas?
¿Cómo sigues andando cuando crees que los huesos de tus piernas te han sido extirpados?
¿Cuándo es el momento oportuno para decir "seguiré" y que el decirlo no suene tan falso?
¿Porque decir que las cosas van bien cuando lo cierto es que no puedes parar de llorar?
¿Qué será eso que podrá ponerte de pie nuevamente?
¿Quién es en realidad esa persona?
¿Porque las cosas de un día para otro son sencillamente tan distintas?
¿Cuándo podrás parar de volar para evitar nuevamente las espinas?
¿Porque fingir esas sonrisas cuando la verdad es que la cara triste y larga te embarga por dentro?
¿Cómo es que paso, y porque tenia que pasar?
¿Acaso la vida siempre será así?
¿Ahora podrás parar de escribir?
¿Final o inicio?
¿Cómo sigues andando cuando crees que los huesos de tus piernas te han sido extirpados?
¿Cuándo es el momento oportuno para decir "seguiré" y que el decirlo no suene tan falso?
¿Porque decir que las cosas van bien cuando lo cierto es que no puedes parar de llorar?
¿Qué será eso que podrá ponerte de pie nuevamente?
¿Quién es en realidad esa persona?
¿Porque las cosas de un día para otro son sencillamente tan distintas?
¿Cuándo podrás parar de volar para evitar nuevamente las espinas?
¿Porque fingir esas sonrisas cuando la verdad es que la cara triste y larga te embarga por dentro?
¿Cómo es que paso, y porque tenia que pasar?
¿Acaso la vida siempre será así?
¿Ahora podrás parar de escribir?
¿Final o inicio?
viernes, 11 de febrero de 2011
Un libro para un viaje...
Un libro, y nos bueno ni malo.
Poco y mucho contenido, útil e inservible.
Y aún así sabes más sin saber nada... "Los filósofos entre bambalinas" W. Weischedel.
Poco y mucho contenido, útil e inservible.
Y aún así sabes más sin saber nada... "Los filósofos entre bambalinas" W. Weischedel.
jueves, 3 de febrero de 2011
¿Una buena decisión?
Unos días atrás me había estado consumiendo las ganas por entrar nuevamente a la escuela, leer con el tiempo encima, hacer ensayos y reportes con los ojos hinchados por la falta de horas en la cama, y litros y litros de café carcomiendo el esmalte dental, deseaba en verdad tener esas horas de clase donde en muchas ocasiones ves al maestro haciendo gala de su arrogancia y prepotencia o en su defecto de su ineptitud y que con el tiempo regresan a su estado natural, a su estado verdadero: el de humanos como tú o como yo. Mis ganas por regresar a esa escuela eran inmensas, porque siendo honestos amo mi licenciatura, amo el conocimiento y en verdad amo esa manera de lo correcto y lo incorrecto en la filosofía, amo sin temor a decirlo la filosofía, sus ramas, me fascina el hecho de aprender de ella cada día al despertar, por las tardes cuando observas a esa gente caminar y por las noches cuando tus pensamientos te arrojan a ese reflexionar y que en sueños se logra entender, sin duda me encanta conocer de occidente, oriente, latinoamerica, porque todos están mal y bien, correctos e incorrectos, llenos de dudas resultas y por resolver, y siempre puedes sacarle jugo sin secar. Pero algo paso en estas vacaciones, algo que me esta ahogando y destrozando por dentro, que no me deja dormir y que cuando duermo mis sueños se tornan pesadillas, algo me ha hecho dudar, toda mi vida eh dudado en un sin fin de cosas, eh dudado esta el porque de caminar, pero jamás me había sentido tan prisionera de mi duda, duda que me llena de tierra y me sepulta con vida, que me quema y no me permite gritar de dolor, de ardor, de frustración, y que inclusive me hace llorar por los rincones, eh llegado al punto de no saber cual es mi rumbo y callar, de no hablarlo con la gente y dejarlo en mi, estoy dudando de mi decisión, de si elegir filosofía fue mi mejor jugada, fue lo que en verdad deseaba, será de lo que podre vivir, comer y tener un techo caliente, estoy dudando de ti bella filosofía y eso me mata, me carcome y me agobia. Dicen que dudar de la carrera universitaria es común, que a todo mundo le pasa, pero me cuesta creer que yo este dudando de lo que amo, porque aunque sea difícil creer amo tanto la filosofía, amo odiar algunos filósofos y algunas tesis de ellos, me enamoran algunas ideas de grandes filósofos, amo de verdad la filosofía, pero ya no se si fue lo mejor, si fue lo indicado o si en realidad es lo mío, si es lo que me pertenece o si es por lo que tengo que seguir luchando. La duda es tal que inclusive ya me he puesto nuevamente a contemplar otros ofertas académicas, desde artísticas hasta ciencias exactas, he leído cada perfil de el ingresante y el egresado de todas las licenciaturas y me cuesta verme en alguna otra, no me engaño hay algunas que me llaman y me interesan pero no puedo cumplir con el perfil del ingresante, es difícil tener todas las habilidades en este mundo y yo apenas tengo como dos que me permiten laborar bien en mi campo de estudio, pero me pregunto ¿No podría sin esas habilidades adentrarme en aquellas carreras? y es cuando la duda comienza y retumba por todos lados y me desgasta. Me he perdido por completo, y eso es de las cosas que más me llenan de tristeza, me enoja saber que dudo de mi misma... de tan importante decisión.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
El grafógrafo [Salvador Elizondo]
"Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo."
El grafógrafo.
Salvador Elizondo.
El grafógrafo.
Salvador Elizondo.