martes, 24 de abril de 2012

De sueños y realidades.


Sigo soñando que te tengo frente a mi, que aún extiendes tu mano y tratas de acariciar los lunares de mi rostro, veo como desesperado intentas romper aquel sopor que no te permite acercarte, lograr tu cometido y sin embargo yo no hago nada, no intento acercarme a ti, no me causas nada, no me causas esa sensación que vos sentís. 
A lo lejos veo un largo pasillo de color azul turquesa, lo veo y regreso la vista y te contemplo, ya no eres eso que me hacía vibrar, poco a poco el color azul turquesa se extiende por todo el lugar y comienzas a desvanecerte entre lo largo y ancho de aquella nueva mancha de color radiante. 
Te vas, y en tu lugar aparece ÉL. 
Él... lo veo y parece que él lo hace también, de vez en vez le sostengo la mirada y la esquiva, finge no ver, finge pretender que no sabe que estoy allí, que veo como ve. Me gusta ver como sonríe, lo hace mucho, de cada tres pestañeos logro ver su sonrisa iluminar su rostro.
Todo esto forma una sensación parecido al sosiego mezclado con la incertidumbre, el color azul turquesa se pierde y aquel lugar se oscurece, de pronto una llama en medio de los dos dibuja nuestras siluetas. Estoy a la expectativa de que ambas siluetas logren formar un solo cuerpo. 
Estoy fija en el suelo, como congelada, no puedo tocarle, no puedo lograr que todo se una. 
Un soplo desde el lugar de donde él esta apaga aquella pequeña llama. La oscuridad reina, la incertidumbre crece, el miedo comienza a alimentarme...¿cómo saber que él sigue allí, frente a mi?

En el momento justo en el que despierta esa duda, pierdo el sueño...todo se va, todo.
Es en ese momento donde no sé sigo soñando o eh ganado la vigilia...es en estos párrafos donde aún no logro entender quién es él, porque aparece, porque apareces tu, porque me mueve el mundo si ni siquiera lo eh tocado, si ni siquiera sé lo que realmente es, porque es que me dobla las rodillas cada que recuerdo esa sonrisa, esa magia que desprenden sus labios a lo lejos. Es aquí donde le pregunto a él ¿quien eres y que pretendes? 

El grafógrafo [Salvador Elizondo]

"Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo."

El grafógrafo.

Salvador Elizondo.