viernes, 8 de junio de 2012

Cerrando un ciclo importante. Carta.



Queridos amigos, compañeros:

Que difícil suena (y es) la frase “comenzar de nuevo”, resulta tan caótica, tan temeroso pronunciarla, realizarla.
La costumbre juega un papel importante en nuestras vidas, ciertamente sin saberlo, sin estar conscientes de ella, es la causante de eso que llamamos “comodidad”, y es que la comodidad resulta tan pacífica, tan fuera de miedos.
No  me imaginaba mi vida fuera de esa comodidad que ya había escrito mi vida, no me imaginaba fuera de la vida de muchos de ustedes, mis amigos, mis compañeros. No me imaginaba en otro lugar, en otro panorama que no fuera lo que ya había estado realizando los últimos 2 años y medio.
Hace poco más de 9 meses me venía asfixiando, me venía inundando la duda, la creía normal, incluso el 2 de febrero de 2011 publique en mi espacio virtual, en mi blog, la creciente duda, el creciente miedo y como era que lo justificaba con la “duda normal de cualquier estudiante”.




No daré más rodeos; tengo miedo, demasiado no les voy a mentir, pero ah sido una de las decisiones más  meditadas y más importantes hasta el momento, llevo la mitad de la licenciatura en filosofía y hace un par de días eh llegado a la conclusión que lo mejor por mi bien, por mi bien mental y emocional, por mi vida futura, que es en realidad mi presente, daré por finalizada esta licenciatura, ya no seguiré con ella.
Son tantos los motivos, pero lo que más movió a decir “hasta aquí”, fue que ya no apasionaba, que ya no la sentía propia, en realidad que nunca la sentí propia, tal vez mi primer error fue haber elegido esta licenciatura por no confiar en otro tipo de habilidades para otro tipo de licenciaturas, tal vez mi error fue decir “quiero filosofía” sin saber en realidad que era lo que quería, que era la filosofía, tal vez no hay errores y simplemente las cosas así suceden. Tenía un par de semestres haciendo tareas y trabajos por hacerlos, por sacar buena nota, sin prestarles atención, ya no me llamaban, yo macheteaba, pero este semestre fue el decisivo, fue el que me abrió los ojos y me hizo ver que si en realidad me costaba tanto terminar un trabajo normal, cotidiano, no podría terminar mi licenciatura, y si acaso la llegaré a terminar, no sería feliz y no me sentiría satisfecha haciendo algo que no me apasionaba, que no me gustaba.



Seguiré estudiando otra licenciatura, algo que me llene y me haga sentir plena.



No les pido me entiendan, porque tal vez no lo hagan, sólo necesito en verdad sentir su apoyo, sentir que ustedes, mis amigos, mis compañeros, me apoyan y que sin importar como son las cosas, como serán, estaremos siempre los unos para los otros.



Los quiero mucho.



P.D.

Para mis filósofos: no se rindan si es lo que en verdad quieren, si es lo que los llena y los apasiona, creo en ustedes, transformen el mundo.  

Aunque no los vea en los pasillos, en las aulas, no me olviden.

Ana Karen Carrillo. 

El grafógrafo [Salvador Elizondo]

"Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo."

El grafógrafo.

Salvador Elizondo.