Me pasa que siempre quiero escribirte, de una forma u otra, hablar de ti o simplemente hablarte, siempre me invade algún recuerdo tuyo que siento que el mundo debería saber, contar tu historia, que protagonices mi narrativa. Pero este deseo gigante de escribirte exacerba mi temor a no encontrar las palabras adecuadas, a decir algo incorrecto, tal vez, a volverme cada vez más vulnerable a tu sonrisa.
Así que al final termino por no escribirte, por dejar todo en un mero "deseo desesperado", y entonces me frustro porque amo tanto escribir y el hecho de no poder escribirte hace que mi imaginación se bloque por completo y entonces no encuentro ni tema ni palabra adecuada para poder comenzar a escribir, de cualquier cosa, de cualquier persona, porque el hecho de no poder hablar de ti o hablarte en mis letras me hace sentir incapaz de escribir sobre cualquier otra cosa, cualquier otra persona y entonces ahora sí dejo de escribir, dejo en blanco los espacios entrelineados de mis libretas, dejo alejada las fechas de publicación de mi blog, y lo más triste es que REALMENTE dejo de escribir, de hacer eso para lo que simplemente vivo, lo que más amo, lo que me hace seguir aferrada a la vida.
Así que a partir de ahora tengo que dejar de pensar que eres mi "musa", porque al parecer la incapacidad de escribir es inherente a ti.
Dicho, pues, lo anterior, este será un breve anuncio: Se solicita "musa", de preferencia hombre, que no aletargue mi pasión y que al contrario, la excite en cada momento, a cada segundo.
P.S. Que curiosa la reacción de verte por perdido, de darte de baja, me permitió escribirte. Ya lo decía Kundera: "El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluida la guillotina."
P.S.2 Fuiste la guillotina.