viernes, 12 de febrero de 2016

Te llamaré Viernes.

Llegaste un viernes por la noche  y de igual forma me dejaste ir, un jodido viernes por la noche. 

Desde ahora te llamaré Viernes. 

Así, si alguien alguna vez me pregunta por ti, que no se sorprenda si digo "Viernes se ha ido". 

Por tanto, tú serás Viernes,  y con un poco de suerte,  yo me llamaré también Viernes.
Y si contamos con más suerte, espero que pase como alguna vez lo leí en Internet,  ojalá al Viernes se le caiga la puta r.


Fuente: Tumblr. Anónimo. 


Ya me lo había dicho hace un año Almudena Grandes,  como presagio de la vida, cuando me hipnotizó su libro intitulado "Te llamaré Viernes" -que espero algún día puedas leerlo-, que cosas buenas pueden pasar en viernes, pero que hay historias en viernes que también logran quebrar un corazón.

El grafógrafo [Salvador Elizondo]

"Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo."

El grafógrafo.

Salvador Elizondo.