Hace algunos días me dijiste, "Los malos siempre se llevan las mejores dedicatorias, los mejores textos", y tal vez tengas razón, pero hoy quiero escribirte a ti, el bueno, el héroe, el gentil, el detallista.
Hoy no le voy a escribir a un dolor, a un recuerdo, esta noche voy a escribir de amor, de lealtad, de un "él ama a ella, ella ama a él".
Hoy te voy a escribir a ti que me conoces, porque tienes razón, en mi vida los malos se han llevado buenas historias, pero la vida es ese cambio constante, ese fluir como en el río de Heráclito, hay que cerrar el libro y comenzar uno nuevo, quiero que sepas que tú serás mi libro favorito de ahora en adelante, tú siempre estarás como prioridad en mi librero.
Empezaré con decirte que tienes razón, aún me falta mucho por aprender. Entre tanto, tengo que aprender a despojarme de un poquito de mi para poder entregártelo a ti. No es sacrifico ni es pertenencia, se trata de compartir.
Sí, tienes razón, aún me falta mucho por aprender y es algo que, que créeme, lo tengo en consideración, porque si hay algo que me planteado desde pequeña es que mi camino no será una recta corta y sin escombros, no, mi camino es largo, con curvas, pendientes y, de cuando en cuando, piedras que me serán difíciles de escalar, brincar y pasar, pero no imposibles
Quizás esta sea la única idea y planteamiento de futuro que tengo, sí, quizá no tenga claro al 100% que es lo que quiero de mi vida, o tal vez sí, tal vez lo tenga a mi manera peculiar de ver las cosas, de exigirme. Quizá también a ti te haga falta un poco de aprendizaje y entender que no todos vamos a ser iguales.
Aún me falta mucho por aprender y el camino no será sencillo, aún me falta mucho por lograr, por disfrutar en el trayecto. Hoy te escribo a ti para decirte que tienes razón, que aún me falta mucho por conocer, por vivir y por olvidar metas añejadas.
Hoy, dejo ir esa meta, ese sueño de un departamento bohemio con cuadros en el suelo, decorado con carteles de Mucha y Touluse Lautrec, un departamento de soltera, hoy renuncio a él porque hoy he decidido que prefiero mil veces tener todas las noches tus abrazas al dormir.
Hace algún tiempo escribí:
Hoy, dejo ir esa meta, ese sueño de un departamento bohemio con cuadros en el suelo, decorado con carteles de Mucha y Touluse Lautrec, un departamento de soltera, hoy renuncio a él porque hoy he decidido que prefiero mil veces tener todas las noches tus abrazas al dormir.
Hace algún tiempo escribí:
"Aún me falta preparar un omelette con espárragos en casa ajena.
Estos días me han servido para dos cosas: la primera, para darme cuenta que aún soy joven, y la segunda, que no soy lo suficientemente joven como para desperdiciar mi tiempo.
Ya fui revolucionaría y mientras lo hacía viaje, fume tabaco en hoja de maíz (manjar de dioses). He estado bajo la lluvia en las calles del Distrito Federal, mientras admiraba la belleza del Bellas Artes.
He conocido lo mucho que duele amar a quién no te respeta, y he sentido dolor al no poder amar a quién te ama con fervor.
Fui valiente y deje malas costumbres, también he cambiado en demasiado y aunque la niña anarquista que en algún punto vivió en mi ya es un soplo al viento, no me arrepiento de nada, porque ya viví, ya lo hice, ya no me falta.
El asunto es que aún soy joven, a pesar de esa vivencias, pero no soy tan joven como cuando llevaba piercing en el cuerpo.
Soy mayor y me agrada serlo, no me da miedo ser la mujer que hoy soy, pero a pesar de ello, aún me faltan muchas cosas por hacer, mucho por conocer, amar bien. Aún me falta aceptar algunos errores y que me deje llevar por los sentimientos. Aún me falta preparar el desayuno mientras me preparan un café."
Tienes razón, aún me faltan muchas cosas por hacer, pero lo importarte, es que me preparaste café cuando yo preparaba el desayuno, que he preparado omelette con espárragos en casa ajena, que he me dejado llevar por los sentimientos.
Es por ello que hoy mi narración es para decirte que cosas nuevas vienen, que el mejor aprendizaje será de tu lado. Que tú me inspiras a conocer más.
Soy mayor y me agrada serlo, no me da miedo ser la mujer que hoy soy, pero a pesar de ello, aún me faltan muchas cosas por hacer, mucho por conocer, amar bien. Aún me falta aceptar algunos errores y que me deje llevar por los sentimientos. Aún me falta preparar el desayuno mientras me preparan un café."
Tienes razón, aún me faltan muchas cosas por hacer, pero lo importarte, es que me preparaste café cuando yo preparaba el desayuno, que he preparado omelette con espárragos en casa ajena, que he me dejado llevar por los sentimientos.
Es por ello que hoy mi narración es para decirte que cosas nuevas vienen, que el mejor aprendizaje será de tu lado. Que tú me inspiras a conocer más.