Volví...
Volví porque algo fuerte pasa, el fango me está atrapando y ha apresado mis piernas, comenzó a detenerme hace un poco más de un año y pensé que sólo había apresado a mi memoria, a estas benditas ganas de escribir y la verdad es que no, porque aumentó y aprisionó mi cuerpo y ahora inmoviliza cada parte de él, mis movimientos son torpes o nulos, la depresión nació, la hija perra nació desde mis entrañas y se alojó aquí, entre ceja y ceja, apartamento que es mi 8-C, mi hogar, esta perra enfermedad se instaló en mi mente y ahora no le veo fin.
El prozac se ha vuelto parte de mi vida y en medida se ha convertido en mi mejor aliado, pero no quiero que esto sea así, por ello, he decidido escribir, como sea, de cualquier forma, a manera de escapa, sin reglas ni prosa, sin todo eso a lo que esta extrajera estaba acostumbrada a escribir en este blog, así que cada que sienta esa maldita necesidad de escapar de esta jodida realidad estaré aquí, en mi hogar.
Entrega 1
domingo, 21 de abril de 2019
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El grafógrafo [Salvador Elizondo]
"Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo."
El grafógrafo.
Salvador Elizondo.
El grafógrafo.
Salvador Elizondo.