lunes, 28 de enero de 2013

No es egolatría ni vanidad.

Esta última semana me ha valido para pensar sin descanso,  y digo sin descanso porque hasta en el sueño el tema es tan constante que no he podido dormir sin soñar todas las noches con que licenciatura elegir. Hace una semana fui rechazada para fotografía, y escribía que aún no sabía si elegir nuevamente fotografía, si hacer persistente ese deseo incansable de dedicar mi vida al arte o de elegir sencillamente cualquier otra licenciatura.

Hoy me siento un poco más tranquila con ese tema, no es que de una semana a otra haya tenido una "revelación divina" de cuál es mi rumbo a seguir, sin errores, lo que en realidad pasa es que el pensar me ha ayudado demasiado, el recordar pláticas con "extraños" y escuchar a los ya conocidos amigos me ayudó a entender una cosa: me gusta y amo escribir, no hay más; en realidad es lo que más disfruto, lo hago sin que paguen, tan sólo he mantenido vivo este blog durante al rededor de 3 años sin que me obliguen a escribir,  y sé que seguiré con el durante más años, me llena, me hace feliz, es mi catarsis. 
Entre tanto también me dí cuenta de que le temo a eso que le llaman  "vanidad", o puede que no sea vanidad y me de terror reconocer mis "virtudes y aptitudes", tal vez porque me cuesta aceptarme a mi misma, tal vez porque me da miedo "el que piensen de mi", el que me vean ególatra, pero en estos 7 días logré entender que no es egolatría ni vanidad,  y que poco me debe de importar si me ven o verán así por lo que a continuación diré:
Escribir, ser creativa con las letras, hombre, lo hago bien, soy buena en eso, y para fortuna y dicha, lo disfruto. 
No diré ya que soy una maravilla y que lo que escribo siempre esta bien, que lo que hago cuando deslizo mis dedos sobre el teclado es la perfección andando, que mis cuentos cortos, mis crónicas y mis relatos son excelentes, entretenidos o maravillosos, pero a pesar de eso sé que tampoco lo hago mal, que los pocos o muchos que me han leído pueden decir de lo que escribo cosas buenas y malas, pero al final siempre hay alguien que me dice que le gusto, lo entretuvo o que, inclusive, se sintió propio en la narración. 

Cuando me siento inestable, temerosa de que escribir no sea lo que hago bien y disfruto, cada que me pasa eso me gusta recordar las palabras de un profesor. Hace 4 años,  para pasar la clase de expresión oral y escrita del último semestre de preparatoria, Mario Hugo Nepote nos pidió realizar un libro; como todos, entregué mi libro la fecha solicitada y no volví a saber de Nepote, hasta unos meses después, ya graduada fui a visitar a unos amigos en la prepa y me lo encontré allí, me sonrió y con gran entusiasmo me dijo "me gusto mucho su libro, no recuerdo su nombre pero no olvido el título del libro, es usted la autora de "Facciones muertas", ¿no es así?", debo aceptar que tímida e invadida de alegría respondí que sí, y continúo diciendo "ya recuerdo, es ustedes Ana Karen Carrillo, la reconocí por la fotografía, quiero decirle que estoy esperando con gusto su segundo libro" . Palabras más, palabras menos, palabras que serían difíciles de olvidar.
 Es un mini diálogo que nunca había compartido con muchos de ustedes, tal vez sólo con dos o tres personas, pero vi pertinente el venir a compartirlo hoy, porque saben, puede que a muchos no les guste "como" y el "que" escribo, pero sé que existe alguien allí afuera, que gustoso espera mi segundo libro, que sé, disfrutará leerme, mientras yo disfruté escribirle.

Ahora sólo me queda entender cual será mi rumbo, que licenciatura elegir en la cual pueda seguir escribiendo, en la cual trabajar con lo que disfruto y hago bien sea un juego de todos los días.

Ana Karen Carrillo Rivera.

viernes, 25 de enero de 2013

Bitácora del olvido

Día 30
A un mes de alejarme de él, de extirparlo por completo de mi vida, de ser fuerte y valiente, me he dado cuenta que lo podré olvidar, que a pesar de ver su huella en mi dedo pulgar lo dejaré atrás.

Él ya no es  mi adicción, por el momento, el amargo de sus besos no me hacen falta.

lunes, 21 de enero de 2013

Requisitos: examen artístico...

No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla, llegó por fin el 21 de Enero, la fecha más esperada por mi desde el Noviembre pasado, ¿el motivo? el dictamen de la lista de aceptados a la Universidad de Guadalajara. 
Hace no muchos años me encontraba en la misma situación, frente a una computadora revisando el dictamen, en ese entonces fui aceptada en la facultad de filosofía, les diré, fue maravillosa esa etapa de mi vida, pero quién lo diría, tres años después estaría igual, esperando ser aceptada, esta vez en la licenciatura en artes visuales para la expresión fotográfica. 

Como muchos ya sabrán para este tipo de carreras  la UDG realiza dos evaluaciones, la de conocimiento, que es aplicada para todos los que aspiran a ser parte de la comunidad UDG, y una evaluación artística, para los que hemos decidido encaminar nuestras vidas al mundo del "arte". Pues bien, cuando presenté mi segunda evaluación supe que no quedaría, no es que sea vidente ni mucho menos, es sólo que uno conoce muy bien sus capacidades, sabe lo que contesto en el examen. 

Hoy por la mañana me senté frente a la computadora, no mentiré, en el fondo, muuuuuy en fondo guardaba un pequeño gramo de esperanza, tal vez me hubiera gustado escribirles desde otra situación, desde ese gramito de esperanza, pero no es así,  lo cierto es que se esfumo, voló cual suspiro, ya habrán adivinado, fui rechazada (que fea palabra, "rechazado") fue triste, no diré que desgarrador, pero si triste. 
No aprobé el examen artístico, y lo cierto es que tampoco entré por el puntaje. No diré que mi suma de 150   y tantos puntos es mediocre, es mala pero no mediocre,  sé que pude lograr más puntaje,  pude haber rendido más si en verdad me hubiera aplicado con el espacio "matemático" del examen, todo recaía en eso, muchos ya saben que mi promedio de la preparatoria no es el mejor, así que todo el peso cae en la evaluación de conocimiento. Hace exactamente un semestre pude haber entrado con ese puntaje, el mínimo para el ciclo 2012b fue de 130, este semestre el último aceptado fue de 165 y algo con un total de aspirantes de 200 y algo. ¿Qué pasó en un semestre para que una carrera a la cual la demanda no le afectada halla aumentado más de la mitad de aspirantes? No lo sé, me asusta pensar que el próximo semestre será igual.

Les dije "tal vez me hubiera gustado", y digo tal vez por que hace una semana la duda de saber si era o no la licenciatura ideal me carcomía, quizá por eso hoy me encuentro tranquila, pensativa, intrigada de la vida. Quizá fue lo mejor, aunque no lo negaré, muero por estar estudiando nuevamente, sentir el rigor y la presión de los finales, ¡ay! cuanto lo extraño, cuan anhelado es estar nuevamente en la escuela, pero no quiero estudiar por estudiar, quiero estudiar algo que ame, algo que me haga transformar mi mundo día a día. 

Me cuesta un poco entender que volver a enfrentarme a los trámites de ingreso no es un fracaso, todo mi vida lo vi así, pero en terapia me dijeron que tengo que cambiar mi percepción del fracaso, le temo tanto al fracaso que a veces me quedo estática, quieta, pero no entendía que eso era fracasar, porque errar en la vida no es el fracaso, errar en la vida es al fin y al cabo vivir. 
Haré trámites en Febrero nuevamente, ¿a fotografía? aún no lo sé, tal vez, tal vez cambie, esa es una decisión que aún me falta por tomar, espero no errar, espero en verdad estar segura.

Hoy sólo me queda una  pregunta por hacer ¿cómo se pasa el día con la depresión momentánea y efímera del  post rechazo, tal vez comiendo un helado, un pastelillo de fresas, viendo películas, leyendo un libro? Espero encontrar la respuesta.


Ana Karen Carrillo Rivera. 

martes, 15 de enero de 2013

De fotografía y otras licenciaturas.


Puede que lo que en realidad me aterre de elegir una licenciatura sea el hecho de que me case con ella y descarte otras tantas que pudieron haber llenado mi ojo. 
El hecho de elegir sólo una  de entre tantas posibilidades es un poco frustrante.

"Historia del arte", "Fotografía", "Publicidad", "Artes audiovisuales", "Letras hispánicas", "Artes plásticas", "Comunicación y artes audiovisuales", "Diseño gráfico", "Ciencias de la comunicación" entre otras han llenado en gran medida mi gusto. 

Hasta hace unos meses "Licenciatura en artes visuales para la expresión fotográfica" había sido la gran reina entre estas licenciaturas, me levanté una mañana y dije "esta será la que haga que retome nuevamente mi vida escolar", dejando de lado todos los temores que conllevan el estudiar este tipo de carreras para cualquier joven adulto de clase media baja. ¿Cuáles? el costo de la carrera, el costo de los materiales, el costo de la vida día a día de vivir en un país con alto índice de delincuencia que por lo cual no puedes salir todos los días con cámara en mano, y sobre todo el típico "¿y después de la escuela, esto me servirá para mantener los gastos necesarios de la vida?"
No es que  exista la licenciatura o ingeniería perfecta en la cual todos estos miedos al mínimo soplido desaparezcan, pero siendo honestos sí existen licenciaturas que tienen menos gastos o gastos menos fuertes y sobre todo tienen más campo profesional. 

Sin hacer más rodeos, estamos a 15 de Enero, faltan escasos 6 días para que el dictamen de la universidad sea publicado, no les voy a mentir, me carcomen los nervios, los temores, la idea de quedar o no quedar, ambas, me aterran. 
Es sencillo, hoy día no estoy del todo segura si en realidad debí haber hecho trámites a fotografía, o de no quedar perderme la oportunidad de conocer más acerca de ese maravilloso mundo visual. 
¿Miedo al fracaso? Como la mayoría, va creciendo desde que vamos al preescolar. 



Me frustra mucho el hecho de elegir o de tener gusto por licenciaturas con alto costo escolar y con poco campo laboral. 

Podría estudiar historia del arte, pero me aterra no poder encontrar trabajo.


Sólo tengo que esperar que llegue el 21 de Enero, saber si quedé o no, y empezar de cero, en cualquiera de las dos opciones, es empezar de cero.


Me gustaría ser como la mayoría que supo de que estudiar desde el principio, de verdad, a ellos yo los admiro.


Espero con ansias el dictamen. 


Ana Rivera. 

El grafógrafo [Salvador Elizondo]

"Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme ver que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo."

El grafógrafo.

Salvador Elizondo.