Día 43
Ya pasó más de un mes de haber perdido contacto total con él, más de una semana desde que dije que sus besos amargos no me hacían falta.
Es duro tener que aceptar que comienza a hacerme falta, pero cada que miro su huella en mi dedo pulgar retomó la fuerza, por fin entiendo: es una adicción; y por eso debo seguir firme, por eso debo dejarlo atrás, atrás con sus manos sabias. Entender que sus años luz no son "un atajo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario